1 A Dios obedecen los rayos y el viento,
L anuncian los astros, proclámalo el mar,
Con un leve soplo podría su aliento
Hacer de la tierra los ejes temblar
2 ¡Cuán torpe aquel pueblo que insano se atreva
A alzarse enemigo del pueblo de Dios!
Será como el tamo que el viento se lleva,
Ni leve vestigio dejándole en pos.
3 ¡Cuán grande, glorioso y feliz se presenta
El pueblo dichoso que a Cristo aceptó!
Lo escuda la mano que al orbe sustenta,
Que al ángel de muerte su espada quitó.
Source: Culto Cristiano #220